¿Eres una persona introvertida, o lo tuyo es timidez?

La sociedad nos da mensajes continuos que refuerzan la idea de que las personas con más éxito tienen determinadas cualidades, entre las que no está precisamente la introversión.

Tenemos cientos y cientos de «amistades» que no conocemos a través de las redes sociales y aplicaciones diversas.

Nos sentimos genial cuando vemos que nuestras fotos o publicaciones tienen más «me gusta» o «me encanta». y los utilizamos como indicadores de éxito. De hecho, nos condiciona más de los que nos gusta admitir.

Se toma como algo especialmente positivo eso de que «es muy sociable … habla con todo el mundo … se lleva bien con tod@s»

La verdad es que las personas introvertidas protagonizan muchos menos titulares que las extrovertidas y altamente sociables. Así que vamos a darles aquí un espacio para describir también sus características, algunas de las cuales son cualidades muy ventajosas para el desarrollo personal.

Lo pasa bien consigo mism@:

La persona introvertida realmente disfruta de su propio mundo interior. No necesita la sobrestimulación de su entorno. De hecho, su nivel basal de activación es más elevado que en las personas extrovertidas. Por eso, en un entorno con un extra de estimulación externa, ya se puede sentir incómod@. Le supone un estrés.

Suele ser creativa:

En la riqueza de su mundo interior encuentran ideas nuevas y más imaginativas, también para solucionar problemas.

Está menos condicionada por la opinión de l@s demás:

Al exponerse menos, por decisión propia, no requiere la continua aprobación de los demás para todo lo que diga o haga. Disfruta de su soledad y de su «estar consigo misma».

Mejor en el pequeño grupo y con las amistades de siempre:

Se siente más a gusto en grupos pequeños de personas y sus amistades suelen ser de larga duración: son más cercanas y sólidas. Prima la calidad y no la cantidad. Esto es un factor más que interesante para desenvolverse satisfactoriamente.

Hoy en día esto es un valor añadido, ya que muchas de las relaciones personales actuales están basadas en criterios muy superficiales. La persona introvertida cuida sus amistades.

Son buenas escuchadoras y también pueden ser grandes conversadoras, siempre que les den margen a intervenir. Transmiten confianza a sus allegad@s por su capacidad de reflexión y una buena dosis de discreción.

¿Introvertida o tímida?

Una persona introvertida no tiene que ser necesariamente tímida. Les separan una serie de diferencias relevantes:

• La persona introvertida disfruta de estar sola, mientras que la tímida está sola porque no se atreve a tomar la iniciativa de interactuar.
• A la persona introvertida no le preocupan más que a otras la opinión de l@s demás. Mientras que la tímida vive con angustia la opinión que de ella tengan las demás personas, aunque no sean relevantes en su vida.
• La persona tímida es hipersensible al juicio de l@s demás. Esto le lleva a sentir un elevado grado de vergüenza que la bloquea emocionalmente en situaciones de carácter social, se ve incapaz de afrontarlas y utiliza frecuentemente el recurso de la evitación. 
• La persona introvertida no sufre esa secuencia; simplemente evita encuentros sociales de muchas personas o de mucha agitación porque le resulta estresante, pero no teme ser juzgado más que otras personas. Puede sentirse bloqueada debido a la sobrecarga del entorno, y no tanto por las creencias negativas que tenga hacia sí misma. 

Podemos ser personas introvertidas y a la vez tímidas y pensar que es un problema. Pero no olvidemos que, si nuestro grado de timidez nos limita más de lo que nos gusta, siempre siempre siempre podemos trabajarlo para minimizar sus efectos. Si no sabemos cómo hacerlo, podemos buscar ayuda. No estamos sol@s.

Y si simplemente somos introvertid@s, pues no nos sintamos como bichos raros y disfrutemos de ello, sin complejos.